Img 7067

Ketamina: efectos durante la infusión, a corto y largo plazo, y su comparación con los tratamientos tradicionales en psiquiatría

La ketamina ha pasado de ser conocida únicamente como un anestésico utilizado en cirugías y urgencias médicas, a convertirse en una de las terapias más innovadoras y esperanzadoras en el tratamiento de la depresión resistente, la ansiedad severa y los cuadros de ideación suicida. Su uso en salud mental ha sido respaldado por múltiples investigaciones científicas y, en la actualidad, está disponible en centros especializados bajo estricta supervisión médica.

Para comprender su verdadero alcance, es importante conocer qué efectos produce la ketamina en el organismo: desde los que aparecen durante la sesión de infusión, hasta los cambios que se mantienen en el tiempo. También conviene analizar sus posibles efectos adversos y, finalmente, compararla con los tratamientos farmacológicos tradicionales de la psiquiatría, como los antidepresivos e inhibidores de la recaptación de serotonina (ISRS).

1. Efectos agudos: durante la infusión

La ketamina suele administrarse por vía intravenosa en dosis subanestésicas, es decir, mucho más bajas que las utilizadas en cirugía. La sesión dura entre 40 y 60 minutos, y el paciente permanece acompañado y monitoreado en todo momento.

Los efectos que se experimentan durante la infusión son principalmente de tipo perceptual, emocional y físico:

a) Efectos perceptuales

Disociación: el paciente puede sentir que su cuerpo y su mente se separan, como si observara la experiencia desde fuera de sí mismo. Esto no siempre es desagradable; muchas personas lo describen como un estado de introspección profunda.

Alteraciones sensoriales: los colores pueden verse más intensos, los sonidos más profundos y la percepción del tiempo puede distorsionarse (sensación de que los minutos pasan muy rápido o muy lento).

Cambios en la percepción corporal: algunas personas sienten que flotan, que se hacen más livianas, o que pierden la noción clara de los límites de su cuerpo.

b) Efectos emocionales

Sensación de calma o paz interior: en muchos casos, aparece un alivio inmediato de la angustia o la desesperanza, incluso en personas con ideación suicida.

Emociones intensas: pueden surgir recuerdos o sentimientos profundos, a veces cargados de significado terapéutico, lo que convierte a la ketamina en una herramienta para el trabajo psicoterapéutico.

Conexión espiritual o trascendental: algunos pacientes describen la experiencia como mística, con sensaciones de unión con el todo, lo que genera apertura y reflexión.

c) Efectos físicos

Sensaciones corporales extrañas: entumecimiento, hormigueo o una leve sensación de mareo.

Cambios cardiovasculares leves: aumento transitorio de la presión arterial o del ritmo cardíaco.

Náuseas ocasionales: que se controlan fácilmente con medicación si aparecen.

Estos efectos suelen disminuir gradualmente al finalizar la infusión. El paciente queda en observación hasta que se encuentra completamente recuperado y puede retirarse acompañado.

2. Efectos a corto plazo (horas y días posteriores)

Una de las características más notables de la ketamina es su rapidez para generar mejoría en los síntomas depresivos y ansiosos, algo que contrasta con los fármacos tradicionales, que pueden tardar semanas en mostrar resultados.

En las horas y días posteriores a la sesión, los efectos más relevantes son:

Alivio rápido de la depresión: muchas personas reportan una disminución significativa del ánimo depresivo en las primeras 24 horas.

Reducción de la ideación suicida: la urgencia y el impulso de hacerse daño se reducen rápidamente, lo que convierte a la ketamina en una herramienta vital en situaciones críticas.

Aumento de la claridad mental: los pacientes describen una sensación de “desbloqueo” o liberación de la mente.

Mayor motivación y energía: aparecen ganas de realizar actividades cotidianas que antes resultaban imposibles.

Apertura emocional: se facilita la expresión de sentimientos, lo cual es aprovechado en la psicoterapia para profundizar en procesos de sanación.

Estos efectos iniciales suelen mantenerse por varios días. Por eso, en la mayoría de los protocolos se indican varias sesiones en un corto período de tiempo (por ejemplo, 6 infusiones en 3 semanas), para consolidar los beneficios.

3. Efectos a largo plazo

Los efectos sostenidos dependen tanto de la respuesta individual del paciente como del acompañamiento terapéutico que reciba.

A largo plazo, los beneficios observados incluyen:

Reducción mantenida de la depresión y ansiedad: en muchos pacientes, los síntomas mejoran durante semanas o meses después del ciclo inicial.

Prevención de recaídas: cuando se combina con psicoterapia y cambios de estilo de vida, la ketamina ayuda a prolongar el bienestar.

Mayor flexibilidad cognitiva: se ha observado que la ketamina “reabre” la plasticidad cerebral, es decir, la capacidad del cerebro de crear nuevas conexiones, lo que permite desaprender patrones de pensamiento negativos y generar nuevas formas de afrontamiento.

Mejora en la calidad de vida: aumento en la funcionalidad, en las relaciones sociales y en la capacidad de disfrutar de actividades.

En algunos casos, se realizan sesiones de mantención cada cierto tiempo (por ejemplo, una vez al mes), especialmente en pacientes con depresión resistente.

4. Efectos adversos y colaterales

Como todo medicamento, la ketamina no está exenta de posibles efectos indeseados.

a) Durante la infusión

  • Mareo, visión borrosa, desorientación momentánea.
  • Náuseas y vómitos.
  • Incremento de la presión arterial.
  • Ansiedad o incomodidad en algunos pacientes, especialmente si no están preparados adecuadamente.

b) A corto plazo

  • Dolor de cabeza leve.
  • Cansancio o somnolencia después de la sesión.
  • Alteraciones transitorias de la memoria o la concentración.

c) A largo plazo

Cuando se administra en entornos controlados y con las dosis adecuadas, no se han observado efectos adversos graves a largo plazo. Sin embargo, el uso recreativo o sin supervisión médica puede producir daño en vías urinarias, alteraciones cognitivas y riesgo de adicción.

En la práctica clínica, la ketamina es segura cuando se aplica con protocolos establecidos y seguimiento profesional.

5. Diferencias con los tratamientos psiquiátricos tradicionales

La psiquiatría moderna ha utilizado, desde mediados del siglo XX, fármacos como los antidepresivos, ansiolíticos y estabilizadores del ánimo. Aunque estos medicamentos han sido útiles para millones de personas, también presentan limitaciones.

a) Tiempo de acción

Tratamientos tradicionales: los antidepresivos suelen tardar entre 4 y 8 semanas en mostrar mejoría.

Ketamina: los efectos son rápidos, con alivio en horas o días.

b) Eficacia en depresión resistente

Tratamientos tradicionales: hasta un 30% de pacientes no responde a ninguna de las combinaciones de antidepresivos.

Ketamina: ha demostrado eficacia en depresiones resistentes, logrando mejoría en aproximadamente 70% de los casos.

c) Acción sobre la ideación suicida

Tratamientos tradicionales: pueden tardar semanas en reducir pensamientos suicidas.

Ketamina: reduce la urgencia suicida en pocas horas, lo que representa una ventaja crucial en la prevención de muertes.

d) Mecanismo de acción

Tratamientos tradicionales: actúan principalmente sobre la serotonina, dopamina y noradrenalina, modulando la comunicación entre neuronas de manera indirecta.

Ketamina: actúa sobre el sistema glutamatérgico y el receptor NMDA, promoviendo plasticidad neuronal y nuevas conexiones cerebrales.

e) Experiencia subjetiva

Tratamientos tradicionales: no generan experiencias perceptuales notorias; su acción es silenciosa y gradual.

Ketamina: produce una experiencia subjetiva intensa, que puede tener un valor terapéutico en sí misma, al facilitar la introspección y el trabajo psicoterapéutico.

f) Efectos adversos

Tratamientos tradicionales: suelen producir efectos como aumento de peso, disfunción sexual, sedación crónica o síndrome de discontinuación.

Ketamina: sus efectos adversos son transitorios, aparecen solo durante la infusión o las horas posteriores, y rara vez generan dependencia bajo uso médico.

6. Ventajas de la ketamina sobre los tratamientos tradicionales

Rapidez de acción: es la opción más efectiva para situaciones de urgencia, como la ideación suicida.

Eficacia en depresión resistente: ofrece esperanza a pacientes que no han respondido a múltiples fármacos.

Plasticidad cerebral: abre una “ventana de oportunidad” para que la psicoterapia sea más profunda y efectiva.

Menos efectos adversos a largo plazo: no produce aumento de peso ni disfunción sexual.

Potencial transformador: la experiencia disociativa puede generar un cambio en la manera en que el paciente percibe su vida y sus problemas.

Complementariedad: no necesariamente reemplaza a los tratamientos tradicionales, pero puede potenciar su eficacia y permitir una reducción en la dosis de otros medicamentos.

Conclusión

La ketamina representa una revolución en el tratamiento de los trastornos depresivos y ansiosos, especialmente en aquellos pacientes que han perdido la esperanza con los tratamientos convencionales. Sus efectos inmediatos durante la infusión, su capacidad de aliviar rápidamente la ideación suicida y su impacto en la plasticidad cerebral marcan una diferencia sustancial frente a los fármacos tradicionales de la psiquiatría.

Si bien no está exenta de efectos adversos, cuando se administra en un entorno médico seguro, bajo protocolos adecuados y acompañada de psicoterapia, la ketamina no solo alivia los síntomas, sino que también abre la puerta a procesos de transformación personal y recuperación sostenida.

En un campo donde muchos pacientes han esperado años por una alternativa eficaz, la ketamina se posiciona como una herramienta terapéutica innovadora, rápida y con beneficios que superan ampliamente sus riesgos, siempre que se utilice con la seriedad y responsabilidad que merece.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *